Un hombre de 24 años de edad en Nuevo México fue pillado por la policía conduciendo borracho con sus tres hijos en el coche. Los pequeños tenían cinco, dos años y el más pequeño tan solo tenía 2 meses de edad.
Los Oficiales de Policía Roger García y Sam Rodríguez llegaron a la escena y se encontraron a la pequeña de dos meses de edad en el asiento del vehículo, pero no estaba atada. Iba completamente suelta, desprotegida. Pero lo que más cabreó a los policías era que los niños no recordaban cuándo había sido la última vez que comieron.
Estaban congelados, asustados y muertos de hambre. Los niños se volvieron la principal prioridad de los policías. A pesar de que estaban furiosos por el comportamiento de este padre tan irresponsable, los hombres en uniforme trataron de permanecer sin alterarse por el bien de los niños, tratando de hacerlo lo mejor que pudieron para que se sintieran seguros.
Mientras otros tres oficiales llegaron para ayudar, García y Rodríguez procedieron a hacer algo bastante sorprendente. En la oscuridad de la carretera, las cámaras capturaron las siguientes imágenes:
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