27 febrero 2016 06:34
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Muchos perros se han ganado el merito de ser llamados “el mejor amigo del hombre”, y es que no solo se vuelven una gran familia, también son excelentes perros de terapia. Muchos perros se utilizan para acompañar a personas con diferentes discapacidades y enfermedades, ya que trasmiten tranquilidad y sobre todo mucho amor.Por ello te presentamos la historia de James Isaac y su perro.
Fuente:
difundir.org
James tiene autismo y sólo encuentra consuelo en Mahe, un labrador que ha estado con él por dos años y medio. Para su familia, es dificil sacar al niño a lugares públicos, ya que debido al autismo, es incapaz de tener comunicación con las personas que le rodean, sin embargo, cuando su amigo de cuatro patas está con él, todo se vuelve mucho más simple.
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James y Mahe son inseparables. No se alejan el uno del otro ni para las visitas al hospital de Wellington, en Nueva Zelanda, que tiene que hacer el pequeño. James debe hacerse pruebas constantemente y como los doctores ven la relación que tiene con el animal, han permitido que lo acompañe hasta la sala.
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Michelle Isaac es la madre de James y cuenta que la relación de su hijo con su mascota es muy fuerte. Mahe siempre está presente cuando al pequeño le hacen pruebas y se acerca de vez en cuando para lamerle la cara y darle consuelo. Tanta es la necesidad que tienen de estar juntos que hasta que el perro no llega a la habitación, el niño no se tranquiliza.
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Gracias al perro, James ha ganado más seguridad y ya no tiene ataques de pánico ni de ansiedad.
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Mahe es un pilar fundamental para toda la familia. Su llegada cambió la dinámica que se tenía con James y ha dado estabilidad a sus rutinas diarias.
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