Este es el gato Gimo, y una vez que lo ves ya no lo olvidas. Si aún no conoces a esta adorabilísima bola de pelos entonces no deberías perderte las imágenes que te mostramos.
Ya sea poniéndose de pie sobre sus patas traseras, preparándose para lanzarse desde su escondite, sentado sin más en su caja de cartón o mirándote con sus enormes e hipnóticos ojos, Gimo lo hace todo con un nivel de adorabilidad que avergonzaría a los demás gatos. Pero solo durante el día, porque es imposible verlo de noche. Salvo sus ojos, enormes, redondos e hipnóticos. No los mires mucho o estarás perdido.
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