Hannie Sarris es una chica que ha aprendido sin que nadie le enseñe, ser autodidacta la llena de orgullo. Sin embargo, cuando empezó a crear sus muñecas, tuvo que superar muchos problemas técnicos.
Hannie vive en una pequeña ciudad llamada Houten, en Holanda, junto a su familia. Desde que era niña le gustaba el arte, sobre todo la escultura, el dibujo y la creación de cosas de papel. Pero lo que más le atraía eran las hadas y los cuentos de hadas, tanto que incluso se iba con su padre a la biblioteca de la ciudad, para devorar todos los libros de cuentos de hadas. No es sorprendente por lo tanto que la mayoría de sus dibujos sean sobre este tema.
Tomó clases en diferentes escuelas de arte y decidió convertirse en una artista del retrato, pero se concentró en el dibujo y la pintura hasta que un día descubrió por casualidad que podía esculpir muñecas y desde ahí se abrió a un mundo nuevo.
Le ha llevado muchos años de esfuerzo aprender a esculpir bien, y luego perfeccionar su habilidad y desarrollar su estilo, algo que la caracterice.
Sus muñecas usan los mejores materiales como el encaje, seda y organza, perlas, cristales y pintura dimensional. Colecciona materiales finos y los tiñe en diferentes tonos de un color.
Su característica es lo monocromático. Su primera muñeca la hizo en 1990.
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