25 marzo 2016 07:07
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Mason Wells, un estadounidense de 19 años, estuvo en París el 13 de noviembre del año pasado y a una manzana de la línea de llegada de la maratón de de Boston al momento del bombardeo; este fue su tercer encuentro con el terrorismo, ya que estaba de visita en el aeropuerto de Bruselas como misionero mormón, cuando sucedió la explosión de la bomba.
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Wells fue alcanzado por la metralla de los explosivos que estaban ocultos en maletas. Se rompió el tendón de Aquiles y sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en la cara y manos, pero sobrevivió al ataque.
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Se encontraba con dos compañeros que también fueron heridos pero que afortunadamente salieron con vida al igual que Mason.
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Su padre Chad, dijo que él y Mason estaban a una cuadra de la línea de meta del maratón de Boston en abril de 2013, cuando el bombardeo se llevó a cabo. Estaban esperando la llegada la madre de Mason, Kimberly Wells, que se encontraba compitiendo.
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Él padre asegura que a pesar de todo, la experiencia de Mason en el bombardeo de Boston lo ha ayudado a mantener la calma durante estas situaciones, pues su hijo, a pesar de haber estado presente en estas difíciles situaciones, es el que consuela y da calma a sus padres.
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