Las calles de Londres, llena de los llamativos autobuses rojos o los clásicos autos negros que le dan un aire sofisticado, tomaron un giro ordinario luego de que unos lujosos autos cubiertos de oro se apoderaran de las vías y del asombro de los británicos.
Los coches son propiedad personal del joven saudí súper millonario Turki Bin Abdullah, quien llegó a Londres con ellos y paseó con su séquito de amigos por el exclusivo barrio de Knightsbridge. Y es que cada verano coches exclusivos pertenecientes a los súper ricos descienden a las calles de Londres y muchos atraen multas de estacionamiento pero no por pertenecer a los ricos, sino por violar las reglas de tránsito.
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