Si bien es cierto que una rutina de ejercicios excesiva no es recomendada en un embarazo de alto riesgo, las mujeres que tienen un embarazo sano y que ya están acostumbradas al ejercicio diario, pueden continuar con su vida normal siempre y cuando sigan las indicaciones necesarias por sus médicos como una buena alimentación, la toma de las vitaminas necesarias en esta etapa, cuidado prenatal y monitorear, como todas las embarazadas, el estado de salud del pequeño para verificar que todo va en orden. Incluso se dice que las mujeres que hacen ejercicio durante el embarazo, tienen en su mayoría un parto menos doloroso, pero como afirma Duncan, cada embarazo es diferente.
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