Encontró a una bebé abandonada en la basura. Espera a ver su cara 2 años más tarde…

Sarah se mudó de Estados Unidos a Haití para ayudar como terapeuta pediátrica en un centro médico, aquí trabajaba con varias familias y sus hijos, incluyendo a una niña muy especial llamada Nika.
Nika tenía una extraña enfermedad en la que su cabeza era anormalmente grande debido a la presencia de líquido cefalorraquídeo. Su madre, avergonzada por la enfermedad (en Haití los defectos congénitos se asocian con brujería) escondía a la niña y no le brindaba los cuidados necesarios. Cuando Sarah se dio cuenta de esto, decidió poner manos a la obra. A continuación te contamos su historia.

Fuente: difundir.org
0 0

Новости партнёров