La tortuga Freddy solía ser normal, pero luego de un incendio forestal en Brasil, perdió el 80 % de su caparazón y se mantuvo entre la vida y la muerte, ya que sin esa parte de su cuerpo las tortugas quedan desprotegidas.
Cuando fue rescatado, sufría neumonía. Además, había pasado cerca de 40 días con problemas para encontrar agua y comida a causa del incendio, lo que agravó su estado de salud. Pero fue gracias a Animal Advengers que Freddy no murió. Ellos son un grupo de activistas que se dedica a encontrar soluciones novedosas para ayudar a animales con problemas como éste.
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