Abdul invirtió inteligentemente todo el dinero en cuanto lo recibió, abriendo diversas tiendas en el Líbano. Conociendo los problemas de los demás, Abdul contrató a otros refugiados Sirios y ya tiene a más de 16 empleados a lo largo de sus tiendas. Además, Abdul ha enviado una gran cantidad de dinero a sus amigos, conocidos y familiares que están sufriendo la crisis de Siria. Agradecido por la ayuda, Abdul dijo “No solo habéis cambiado mi vida, sino la de mis hijos y las de todas las personas de Siria que he podido ayudar”.
El dinero también ayudó a Abdul y su familia a conseguir un apartamento de dos habitaciones, además de ropa limpia y la seguridad de que podrán tener un techo sobre el que vivir además de comida. Hay más de 1.2 millones de refugiados Sirios en el Líbano que están luchando con todas sus fuerzas por conseguir trabajo, por lo que su esfuerzo por abrir las tiendas y contratarlos es realmente esperanzador.
Desde ese momento, Abdul no ha parado de ayudar a todas las personas que se encontraban en su situación. Muchos llegan a él para pedirle ayuda y consejo, y él siempre se muestra abierto a tratar de ofrecerles todo lo que puede, ya que como él decía, es lo que le gustaría que hubiesen hecho por él.
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