En marzo de 2014, David y Julie dieron a luz a 3 adorables bebés, dos de los cuales son unos gemelos idénticos y muy raros. Sin embargo tuvieron que hacer frente a un nuevo obstáculo bastante importante: los gemelos idénticos desarrollaron el síndrome de transfusión feto-fetal, es una complicación severa que afecta entre un 10% y un 15% de los embarazos de gemelos idénticos, cuando todavía estaban en el útero. Este síndrome, conocido con las siglas STFF, puede ser mortal, porque un bebé puede recibir demasiada sangre mientras que el otro no recibe la suficiente. Después de someterse a una exitosa cirugía a las 19 semanas de embarazo, Julie dio a luz a Abraham, Brady y Christian con tres meses prematuros. Los tres chicos se recuperaron y crecieron saludables.
David y Julie decidieron intentar tener otro bebé. En esta ocasión, tenían previsto realizar el tratamiento de fertilidad en seis a nueve meses, con todos los problemas emocionales que sabían que iban a tener que volver a afrontar…
Pero tan sólo siete meses después de dar a luz a los trillizos, Julie estaba de compras en una cadena de almacenes y sintió una repentina oleada de náuseas. Al principio, ella no se lo creía, pero cuando llegó a casa, fue al baño y se llevó la sorpresa que cambió a su familia para siempre…
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