Hallee Sorenson es una niña autista de pasó una de las situaciones más feas el año pasado, en su cumpleaños dieciocho.
Con ayuda de su madre, Allyson Seel – Sorenson, organizó su fiesta de cumpleaños en el boliche. Habría pastel y comida para todos los invitados pero nadie llegó. El corazón de Hallee se rompió y se quedó sola en su mesa lamentando su pena.
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