17 junio 2016 10:12
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Oso, como se llamaba el amigo peludo de Sara Morán, fue envenenado hace unos años. Esto la llevó a darse cuenta que detestaba las injusticias con los perros y que deseaba hacer algo por ellos, especialmente por los más indefensos y que regularmente nadie quiere por tener alguna discapacidad.
Sara siempre ha sido una apasionada de los animales: "Quizás porque los compare con los bebés, a los que adoro", explicó la joven originaria de Perú.
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cdn2.nolocreo.com
Para su iniciativa, tuvo el apoyo de María Guerrero, una mujer que conoció en aquella época y que fue su gran apoyo. Con ella comenzó a vacunar, esterilizar casa por casa y ayudar a más perritos. Por desgracia esta amiga falleció en el 2007 y Sara tuvo que continuar sola.
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Al principio, creo un albergue temporal y aunque le costó mucho trabajo, ahora ya es permanente. Este fue el comienzo de Milagros Perrunos, un albergue para perros discapacitados donde Sara cuida a 40 perritos con discapacidad.
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"Guerreros en ruedas" es como Sara llama a los perritos del albergue. Ella considera que la discapacidad no es incapacidad y estos perritos lo demuestran al enseñarnos que todavía se puede seguir con ánimo por la vida, pues ellos no sufren, al contrario, viven sanos y felices.
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Los perros gozan de las salidas a la playa en sus carritos especiales, gracias a este instrumento pueden sentirse libres y correr por la playa, mientras sus cuidadores, los voluntarios de Milagros Perrunos disfrutan de su compañía y de verlos felices
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