Un centro de experimentación en Bangalore, tenía cautivos a 156 perros Beagle desde su nacimiento. Su cama era una jaula de algún rincón oscuro y alejado del amor que alguien más les pudiera dar. Su único fin era estar sujetos a experimentos para probar productos o medicinas.
Pero dos organizaciones no gubernamentales y protectora de los derechos de los animales, lograron que salieran de su encierro y vieran la luz del sol por vez primera.
Los indefensos animalitos fueron llevados a refugios de animales cercanos para poder rehabilitarlos con el fin de que tengan la oportunidad de llevar una vida normal y ser adoptados por alguna familia dispuesta a darles amor.
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