Bear es un pitbull, apenas tiene un año y hace un tiempo fue atropellado cerca de su casa; quedó moribundo tendido sobre la acera y lo peor: quedó ciego. Lo peor del caso es que su dueño tampoco quiso hacerse cargo del perrito, menos al ver el costo de las operaciones que necesitaba, así que se le hizo fácil abandonarlo.
Ahora Bear estaba solo a su suerte, por lo que se deprimió. Estaba sin energías, no quería comer y ya no tenía ánimos para seguir viviendo.
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