La inocencia y bondad del niño que sólo quería conocer a los recolectores de basura

Sus padres no le creían cuando su pequeño afirmaba que los hombres de la basura también lo saludaban, hasta que un día, los padres vieron que cuando el camión de la basura pasaba frente a su casa, Quincy miraba por la ventana y, al verlo, los basureros lo saludaron como a un viejo amigo.

Como vieron que la fascinación del niño por el camión, era enorme, decidieron regalarle un camión de la basura de juguete, como recompensa por haber aprendido a ir al baño. El niño estaba loco de contento y deseaba mostrarle su nuevo juguete a sus héroes favoritos.
Así que un viernes 13, sus padres decidieron cumplir el deseo de su pequeño Quincy, así que lo dejaron salir a ver a los musculosos hombres por primera vez. En cuanto los vio, salió disparado hacia ellos.

La alegría del momento fue demasiado para el pequeño, pues al tomarse la foto con sus héroes estaba tan emocionado que rompió a llorar.
Esta foto es de ese momento. Por suerte, el shock solo le duró unos minutos; pronto, Quincy pudo disfrutar de la compañía de sus héroes.
Esta foto nos muestra dos cosas: no es necesario ser un superhéroe para ser un ejemplo para alguien; y no hay nada más bonito que la alegría incontenible de un niño.