Cuando vio que los niños perdían su cabello por el cáncer, dejó crecer el suyo y se los donó

¿De qué es capaz el corazón puro y sincero de un niño? De mucho. Ellos, con su inocencia tienen la capacidad de cambiarnos y de cambiar el mundo. Es por eso que dicen que todos debemos conservar el espíritu de un niño.

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