De ser el caso cierto, se convertiría en el hombre más longevo del mundo, batiendo todos los récords. De acuerdo a su partida de nacimiento, este anciano nació el 6 de enero de 1835 en Bangalore. “Desde 1903 vive en Benarés, donde trabajó de zapatero hasta 1957, cuando cumplió 122 años”, como lo señala el portal actualidad.rt.com.
Esa es la trágica desventaja de su “inmortalidad”. “La muerte simplemente se olvidó de mí”, decía el viejo Murasi. “Hace ya bastante tiempo que perdí la esperanza de que en algún momento me dejasen morir. Creo que soy inmortal”. Murasi no oculta la razón de su longevidad increíble: “Mi truco consiste en entregarse a todo lo que te pasa diariamente”.
Ser feliz es imprescindible, mantén la conciencia tranquila, lo que te permitirá dormir bien por las noches, y trata de alcanzar todo lo que te propongas en la vida.
Si la paz y la tranquilidad son realmente los ingredientes para la inmortalidad, podemos aprender mucho de Murasi.
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