El sexo en solitario le permite ser egoísta: no tiene que preocuparse por la reciprocidad oral o tener que subirse en alguien o por tener que explicar dónde está el punto que la hace gritar de placer. Simplemente se acuesta y deja que la pantalla y su vibrador hagan su trabajo.
Siempre y cuando ustedes sigan teniendo sexo entre ustedes, no es preocupante que ella se haga justicia por su propia mano de vez en cuando.
Sus ganas de ver porno puede ser incluso algo bueno para su relación: un nuevo estudio canadiense encontró que algunas parejas que ven pornografía juntas experimentan más en la cama.
Comentarios 0