Un refugio de animales en Arizona necesitaba ayuda extra para cuidar a sus crías de gato, así que tomaron una decisión inesperada y buscaron ayuda en una residencia geriátrica. “Para algunos puede parecer peculiar al principio: los residentes necesitan cuidados constantes y se les dan gatos para cuidar de ellos,” dice Sharon Mercer, directora de la residencia Catalina Springs, “Pero hay conocimientos, emociones y necesidades que no abandonan a las personas con demencia o alzheimer. El deseo de dar y recibir amor permanece.”
El programa fue creado por la directora de servicios de salud Rebecca Hamilton. Además de cuidar a los ancianos, también alberga a felinos. Se dio cuenta de que cuidar de los gatos le proporcionaba mucha alegría, y supo que tenía que compartirlo con los ancianos.
La iniciativa fue un éxito, ya que las condiciones tanto de los gatos como de los ancianos, han mejorado. Pidieron a los ancianos que cuidaran de 2 gatitos recién nacidos, Turtle y Peaches, y ambos se han puesto tan hermosos que pesan el doble. Y en cuanto a los ancianos: “los gatitos les han dado la oportunidad de nutrir esa condición humana que yace en todos y cada uno de nuestros residentes,” dice Mercer. La alegría que proporcionaba a los ancianos el alimentar con biberón, dar mimos y socializar con los gatitos, es inmensa.
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