Jack es todavía un bebé, pero cuando tenía apenas dos meses de edad, sus padres, Jonathan y Lauren, lo llevaron al pediatra para un chequeo, pues su cabeza no parecía tener la forma correcta.
Los padres pensaban que se debía a la genética, ya que era la cuarta generación de cabezas grandes. Sin embargo, una radiografía reveló que Jack tenía craneosinostosis, un defecto de nacimiento en el cual el cráneo del bebé no se desarrolla correctamente, esto puede afectar el cerebro del bebé, y también deformar su cabeza.
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