Este es Stinger, un perro cruce de Pitbull sordo de nacimiento, que fue picado por miles de abejas tras colocarse en un sitio poco afortunado. El perro reaccionó fatal a las picaduras y fue llevado al veterinario inmediatamente. Por desgracia, también fue la última vez que Stinger vio a sus dueños, porque en el momento en el que lo dejaron en la clínica, lo abandonaron.
Entonces llegó Carri Shipaila, fundadora de la organización de rescate LuvnPupz. Supo que Stinger estaba muy por debajo del peso que debería y que tenía sarna, una enfermedad de la piel muy contagiosa. El pobre perro pasó muchos días en el refugio sintiendo gran dolor. Resultó que también tenía una enfermedad autoinmune llamada pénfigo, y necesita medicinas diarias durante el resto de su vida. Sin embargo, el perrito no se rindió. “Stinger es un perro increíble. Adora a todo aquel que conoce. Es la imagen perfecta de como debería verse la raza: dulce, divertida y llena de vida,” dijo Shipaila a Bored Panda.
Por suerte, el perrito encontró un hogar donde es querido. Sus facturas veterinarias son pagadas por LuvnPupz todavía, así que si quieres ayudar a esta dulzura, puedes donar en el siguiente enlace.
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