No nos corresponde a nosotros juzgar las acciones de los demás, mucho menos si no conocemos el trasfondo del asunto, y aunque suelen ser historias tristes, eso no quiere decir que no se pueda tener un final feliz. Esta historia de una bebé abandonada sucedió hace casi 30 años, cuando el 16 de septiembre de 1986 se dio a conocer una noticia que estremeció a los habitantes de Allentown, una pequeña ciudad de Pensilvania, en Estados Unidos.
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