¿Quién no ha soñado con casarse con su príncipe azul? Hoy en día, sabemos que este “príncipe” es un chico tan real como cualquiera, y que lo especial de las pedidas de mano radica en la persona, no tanto en la vivencia.
Pero se vale soñar, ¿qué no? Al menos, Joel Lynch, de Iowa, hizo todo lo posible para que su novia, Cara Szymanski, disfrutara de un momento fantástico al pedir su mano. El chico sabía que ella es fan de La Bella y la Bestia, por lo que se dio a la tarea de replicar el vestido de la princesa… ¡con sus propias manos!
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