Últimamente se ha vuelto de moda que muchos restaurantes no admitan niños, sin embargo también hay lugares que aunque siguen siendo familiares, hay gente que hace sentir mal a los niños. Por esta razón, no era la primera vez que en el restaurante, había personas que querían cambiar de mesas cuando una familia con hijos se sentaba al lado.
Fue durante una visita al restaurante Red Robin, en Iowa (EEUU), en la que Ashley Wadleigh llegó con sus tres hijos, apenas se habían sentado cuando la pareja al lado pidió que les cambiasen de mesa, y no sólo eso, sino que la mujer hasta alzó la mano hasta la cara para no tener que mirar a la familia.
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