Sin pensarlo dos veces volvió de inmediato por Sky y llamó a las autoridades correspondientes. Entonces descubrió que el ¨entrenador¨ ni siquiera tenía un papel que acreditara que estaba capacitado para adiestrar perros, así que de inmediato fue despedido aunque este aseguraba que él solo seguía órdenes de más arriba. Incluso fue capaz de decir que Sky se lo merecía por ser un perro agresivo, y por supuesto, Peter negó rotundamente que eso fuera cierto.
Ahora Sky se encuentra junto a su familia y en su hogar. De principio se comportaba inseguro y se mostraba asustado, casi siempre esperaba un castigo pero ahora ha vuelto a ser el mismo perro feliz de antes. La policía continúa investigando el centro de adiestramiento y se ha iniciado una demanda para que Peter reciba de vuelta el dinero que invirtió por Sky y además, que el responsable pague de los abusos que cometió en contra de su amigo.
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