Todas las mujeres tienen esos pequeños grandes placeres que les encanta hacer cuando llegan a casa, después de un largo día en la escuela o en la oficina. Es ese momento de satisfacción cuando tienen casa sola y pueden hacer lo que quieran sin que sus hijos estén gritando por ahí o que la suegra, el marido o los amigos irrumpan con su espacio y por más vergonzosos o extraños que sean sus placeres, les encanta hacerlos.
Aquí te presentamos algunos, pero cuéntanos ¿cuáles de ellos disfrutas?
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