Si eres demasiado perfeccionista en el trabajo, poco a poco te acabará matando, pero la cantidad justa de ello es… perfecta. Especialmente cuando resulta siendo un montón de zanahorias meticulosamente apiladas en el supermercado. ¿Quizá estás en una galería de arte?
Hemos recopilado un puñado de ejemplos muy satisfactorios de perfeccionismo en el trabajo.
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