La vida no siempre es justa para las personas. Muchas mujeres desean fervientemente ser madres y no pueden tener hijos, otras en cambio, pueden tener hijos sin problemas pero una vez que nace el bebé lo llenan de sufrimientos y miseria. En el caso de Kristen, ella deseaba ser mamá con todas las fuerzas de su corazón, pero para su mala suerte no había encontrado al hombre indicado para formar una familia. Las cosas en Estados Unidos, de donde es originaria, no se la ponían fácil, ya que ahí no es posible adoptar si no se tiene un matrimonio.
Sin embargo, esto no fue impedimento para Kristen y sus ganas de ser madre la llevaron a pagar la cantidad de 30.000 dólares para poder adoptar a una pequeña de Nepal. Todo marchaba bien y cuando por fin su sueño estaba a punto de hacerse realidad; Estados Unidos terminó prohibiendo las adopciones de allí, debido a que la gran mayoría terminaban en estafa.
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