El fotógrafo Alexander Petrosyan ha pasado años y años descubriendo y documentando las infinitas capas de San Petersburgo. Su amplia colección, tan bella como grotesca, invita a los extranjeros a echar un ojo a estas calles impredecibles y experimentarlas sin filtro, que es como suelen presentarse las postales o los documentales de viajes.
Petrosyan se volvió fotógrafo profesional en el año 2000, y su mayor inspiración son las calles de San Petersburgo, donde ha vivido toda su vida. La ciudad está llena de historia y Petrosyan se conoce cada esquina: "Este es mi mundo," dice.
"La percepción depende de muchos factores distintos," dice. "Pero si la doto se toma con una cierta energía, el que la vea la sentirá, sin importar la geografía o la cultura."
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