La calidad y los programas que se establecen en las cárceles, dice mucho del país. Lamentablemente, en muchos países de latinoamérica, como México por ejemplo, los centros de readaptación social no se ocupan de capacitar para reinsertar al convicto de manera sana en la sociedad. Por sistemas como ese, se cree que estar en la cárcel debe ser una experiencia nada gratificante debido a que, se supone, es un lugar de confinamiento fuera de lujos.
Sin embargo, existen lugares que hacen ver esto como una vacación y que dicen mucho del país y de su sistema penitenciario frente a cómo tratan a los presos durante este momento de prisión. Un caso de Al Ha’ir, un centro penintenciario de Arabia Saudita para yihadistas, que alberga 1,000 hombres acusados de terrorismo y que disfrutan de una vida más cómoda que la gran mayoría de personas naturales.
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