He fotografiado cientos de flores en crecimiento desde 2014 tras ver las obras de Oleksandr Holovachov con fotografía de fluorescencia invisible con ultravioleta inducido (UVIVF).
Cada vez que hago este tipo de fotos, salgo a oscuras a buscar flores por el vecindario. Casi nunca sé qué esperar. Algunas son deslumbrantes y de otras me sorprenden sus colores. ¡Todas son una sorpresa!
La mayoría de materiales orgánicos brillan al menos un poco con estimulación ultravioleta, y con todo tipo de colores. Para sacar el máximo partido, me aseguro de trabajar en el ambiente más oscuro posible y usar luz de 365nm, para que la cámara no vea el ultravioleta.
Cada vez que reciben la luz solar, las flores emanan su propio brillo como respuesta, pero queda totalmente sobrepasado por la luz del sol como para verlo. Estas fotos captan algo que siempre vemos pero que nunca podemos observar.
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