La originaria de Pocatello, Idaho, fue diagnosticada con cáncer en el cerebro, por lo que los médicos le dijeron que si quería salvar su vida debía someterse a quimioterapias y así lo hizo durante un tiempo hasta que descubrió que esperaba un bebé, de acuerdo con el sitio linkbeef.com
Las quimioterapias pueden ser mortales para el feto, por eso, Jenny decidió que suspendería su tratamiento para que el bebé pudiera nacer sano y salvo.
A los pocos meses Jenny supo que esperaba a un bebé y pese a que su salud iba empeorando, la chica no perdía la esperanza de que su niño pudiera nacer a tiempo.
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