Quizá lo más preocupante de este mensaje difundido por la Fundación Vida Silvestre sea la demostración de que los humanos tenemos cada vez menos sentido común. ¿Sacar a un pequeño delfín del agua para tomarse selfies y pasarlo de mano en mano para que todos tengan su foto? No hay lógica posible en esa ocurrencia. Sin embargo, turistas de la playa Santa Teresita, en Buenos Aires, simplemente encontraron a un pequeño delfín cerca de la orilla, lo sacaron del mar, lo manipularon y lo mataron.
La ONG ambientalista difundió que se trataba de un delfín franciscana, o delfín del Plata, uno de los delfines más pequeños del mundo; mide apenas entre 1.30 y 1.70 m de largo. Además es una especie vulnerable a la extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que sólo se encuentra en Argentina, Uruguay y Brasil. Debido al grosor de su piel, fuera del agua estos delfines se deshidratan rápidamente y mueren.
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