19 abril 2016 05:18
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La madre de Joanna Giannouli la llevó al médico cuando tenía 14 años porque todavía no tenía la menstruación, pero no la examinaron, y a los 16 la enviaron al hospital para que le hicieran unas pruebas. Así se dieron cuenta de que no tenía túnel vaginal y de que tenía el síndrome de Rokitansky.
Las mujeres con este trastorno nacen sin útero, sin cérvix (cuello uterino) y vagina (o sin desarrollar del todo). Sin embargo, estas mujeres sí tienen ovarios y genitales externos (vulva), y desarrollan senos y vello púbico El primer síntoma suele ser la ausencia de menstruación y las relaciones sexuales suelen ser más complicadas de lo normal porque la vagina es más estrecha.
Cuando el médico le dijo que tenía el síndrome de Rokitansky, su padre puso buena cara, pero su madre no se lo tomó tan bien.
Fuente:
ichef-1.bbci.co.uk
“Había nacido sin una vagina funcional y los doctores tendrían que fabricarme una para poder tener relaciones sexuales. Al año siguiente, me operaron. Todo salió muy bien. Estuve unas cuatro semanas en el hospital y después tuve que pasar tres meses en cama. Hice ejercicios vaginales para poder expandir mi nuevo cuello uterino”, explica Joanna.
Lo más doloroso fue cuando su pareja la dejó. Ella tenía 21 años, vivía en Atenas (Grecia) y su novio y ella estaban comprometidos, y cuando le explicó su trastorno, decidió romper el compromiso. Le costó años tener una relación estable, pero eso forma parte del pasado, ahora tiene 27 años y una relación estable desde hace cinco.
“Mi novio supo sobre mi condición desde el principio y eligió estar conmigo. Sabe que tal vez no tengamos hijos, y tanto él como yo lo hemos aceptado. Y soy una de las más afortunadas”, explicó.
Lo más doloroso fue cuando su pareja la dejó. Ella tenía 21 años, vivía en Atenas (Grecia) y su novio y ella estaban comprometidos, y cuando le explicó su trastorno, decidió romper el compromiso. Le costó años tener una relación estable, pero eso forma parte del pasado, ahora tiene 27 años y una relación estable desde hace cinco.
“Mi novio supo sobre mi condición desde el principio y eligió estar conmigo. Sabe que tal vez no tengamos hijos, y tanto él como yo lo hemos aceptado. Y soy una de las más afortunadas”, explicó.
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Ahora tiene 27 años y Joanna considera que es liberador hablar sobre este tema y quiere apoyar a otras mujeres que sufren de la misma condición, pues sabe lo difícil que puede llegar a ser vivir así.
“Algunas parejas abusaron emocionalmente de la situación y me costó años tener una relación estable. Es una situación insoportable que te hace sentir un gran vacío y te llena de rabia, culpa y vergüenza. Fue duro. Y me pasó factura a nivel físico y emocional”.
“Algunas parejas abusaron emocionalmente de la situación y me costó años tener una relación estable. Es una situación insoportable que te hace sentir un gran vacío y te llena de rabia, culpa y vergüenza. Fue duro. Y me pasó factura a nivel físico y emocional”.
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