Nada como la imaginación de un niño para crear cosas nuevas e increíbles. Esto lo sabe Dominic Wilcox, un diseñador e inventor británico, por eso decidió encuestar a más de 450 niños acerca de qué objetos inventarían.
Con la pregunta lanzada, los niños no dudaron de lo que querían y fue así que Wilcox recibió más de 600 ideas de las cuales sólo pudo escoger 60 para intentar llevarlas a cabo, para ello pidió ayuda a empresas locales para que le dieran ayuda en la creación de los distintos artefactos que imaginaron los niños, quienes también fueron parte del proceso, pues le explicaron sus inventos a los fabricantes.
Los fabricantes solo contaron con 4 semanas para recrear los objetos. El proyecto se llamó “INVENTORS!”.
“Los niños fueron las estrellas, y me dio tanta alegría verles emocionarse con tantas ideas”, afirmó Dominic.
El diseñador se siente orgulloso por la iniciativa, pues los proyectos de los niños se llevaron a cabo.
“Tomemos en serio el poder de la imaginación de los niños y a ver dónde nos lleva”, es lo que explica Wilcox.
Creado por Colin Salmon, afirma que “las cabinas telefónicas no son lo suficientemente grandes para las sillas de ruedas. He inventado una cabina donde el teléfono sale cuando un sensor detecta las ruedas de la silla. Cuando la llamada ha terminado, las ruedas salen del sensor y la persona le da al botón de “terminar llamada”, y el teléfono vuelve a su sitio”.
Creado por Henry Hughes, es un cepillo de dientes con pasta incorporada. Cuando accionas un mecanismo, el propio invento extrae la pasta y la coloca sobre las cerdas. Sin duda muy ingenioso.
Esta lámpara ha sido idea de Layla Amir. “Este invento se llama “Lámpara sombreada”. Se utiliza en vez de los reguladores de intensidad, que se rompen muy fácilmente. Cuando estiras de una cadena que está incorporada, las persianas cambian de dirección y habrá más o menos luz. Este invento está dirigido para todas las edades”.
Georgia Dinsley está harta de tener que meter la mano hasta el fondo del bote cilíndrico de Pringles y ha inventado un agarrador para facilitar dicha tarea. “Metes el gancho y sacas las Pringles que quieras. Pueden usarla 2 y más personas. 'Yo lo usaría mucho'", explicó la niña.
A Ameliya Liddle no le gusta la comida muy caliente, así que ha inventado este “enfriador” de alimentos. “Enfriador de alimentos, con un tenedor y un ventilador. Juntar. Enfría tu comida. My hermano Tyler”. Clara y concisa; directa, y al pie.
Wendy Ridley, de nueve años, ha inventado un patinete familiar para pasar un buen rato con sus padres y hermanos. “Este invento es un patinete familiar que funciona cuando toda la familia empuja y circula. Sería genial para una familia numerosa”.
Elsie Ronald ha inventado un recogedor de hojas para facilitar la tarea de recogerlas. “Mi invento es un aparato para mantener las calles limpias”, afirma.
Es un poco triste que un niño tenga que pensar un modo para protegerse de la guerra. Charlotte Scott dice que “si quieres escapar de la guerra, tienes que tener esto. Es una plataforma que sujeta tu casa y si quieres huir, mueves la plataforma y huyes de la guerra”. Acogedor y triste.
Kaja Jach, de diez años, crea un invento “para todos. Este invento es una maceta que se riega a sí mismo y que se puede programar, por lo que se pondrá en marcha en el momento adecuado. Te hará la vida más fácil y así la gente no matará a sus plantas”.
‘Esaac’ Pawson, de once años, tiene que ser un amante de las patatas fritas; por eso, ha inventado esta freidora con un gadget capaz de rebanarlas al momento. Muy ingenioso.
Alex Luke ha tenido una gran idea, con unas gafas que, a través de un sistema de espejos, puedes ver lo que hay detrás.
Morgant Shawn ha inventado una especie de ‘apoya-bebés’ que se adhiere a la pared: “pones el bebé en el marco y después lo enganchas en la pared, y tu bebé dormirá en la pared”.
Daniel Shimmin, de tan sólo 4 añitos y medio, ha ideado una especie de micrófono que activa el disparador de la cámara cuando le gritas. Ideal para museos.
“Una máquina que te choca los cinco” es el invento de Oliver, de seis años. “Dices “choca esos cinco”, entonces la máquina te choca la mano”.
“Este invento es para personas que viven en casas con suelos muy crujientes” afirma Sally O’Hara, de once años. “Puedes apretar un botón en tus zapatillas que hace que salga una almohada y hacer que sea más suave. Cuanto más cruje el suelo, más blanda será la almohada”.
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