El caso de David Brittain, de 86 años y de su esposa Bridget, de 84 años de edad, ha conmocionado al Reino Unido. Ellos eran un matrimonio que había permanecido sólido, pero decidieron suicidarse el pasado mes de noviembre. Hasta ahora se sabe que hace 5 años entraron en contacto con una asociación llamada Exit, que se dedica a proporcionar ideas sobre sistemas de suicidio efectivos, para garantizar “una muerte digna”.
Los dos ancianos vivían en Devon (Inglaterra). Se conocieron hace 65 años y odiaban estar separados. Se dice que la razón del suicidio se debió a dos razones: la tristeza por la muerte del viejo perro de la familia, que tuvo que ser sedado debido a una enfermedad incurable; y por la noticia de su ingreso a un asilo de ancianos.
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