Esta historia se ha vuelto muy popular, pese a lo triste que pueda parecer la situación, a pesar de ello es un ejemplo más de cómo los animales logran sobreponerse a las adversidades y que a pesar de las desgracias que puedan presentarse, son capaces de seguir dando amor.
Blacky es el nombre de este gatito, tiene diez años y perdió una pelea con otro gato en el que perdió su ojo. Le tuvieron que realizar una cirugía para extraer el órgano visual.
Debido a su poca visión, Blacky fue atropellado y aunque sobrevivió, perdió la movilidad de sus patas traseras, por lo que ahora utiliza una silla de ruedas para poder desplazarse.
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