Jang Jin-sung, un propagandista de alto rango que sirvió a Kim Jong-il, reveló en su libro, “Querido líder”, que no solo hay mujeres espías enviadas al extranjero para seducir a hombres de occidente, sino que mujeres extranjeras fueron secuestradas y obligadas a tener bebés con sus captores de Corea del Norte para criar a sus hijos como espías, ya que así sería menos evidente al tener una nacionalidad y rasgos mixtos.
Y eso no es todo, los niños de agentes femeninas en el exterior también se utilizarían para extorsionar a sus padres extranjeros, a cambio de información.
“Era parte de un plan para establecer lazos familiares de Corea del Norte con extranjeros, para ganar simpatías hacia nosotros”.
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