Stephen Kokonya, ministro de Cultura del municipio de Bungoma, señala que están desarrollando una campaña contra estos valores retrógrados.
"Debemos ser capaces de comunicar qué es positivo para las comunidades y qué es lo que deben rechazar", explica.
Las personas mayores de la comunidad Bukusu no hablan abiertamente de la situación, pero mostraron cómo llevan a cabo el asesinato.
"Cuando la muchacha está a punto de dar a luz, se reúne un grupo de mujeres que pretende ayudarla en el nacimiento, pero en realidad lo que hacen es asfixiar al bebé aprisionándolo entre los muslos de la madre, con lo cual la criatura fallece discretamente", relata uno de las personas mayores de la comunidad.
Es así que el grupo considera que con el bebé muerto, los padres pueden vivir tranquilamente entre la comunidad. Pero las mujeres que desean conservar sus niños son obligadas a irse de sus casas.
Las autoridades no castigan como deberían a los violadores e incestuosos, tal vez si lo hicieran, la matanza de bebés disminuiría.
El “bebé tabú” de la imagen es uno de los afortunados que ha logrado vivir, pero se desconoce cuántos han corrido con una suerte distinta.
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