Él es Peanut y en esta imagen se ve muuuuy relajado, pues por accidente se comió una galleta de mariguana que estaba envuelta en un papel.
Los efectos de la mariguana se potencializaron en Peanut al ser un perro de poco peso, por eso quedó en un estado de relajación total combinada con angustia, pues según relató su dueño, el perro presentó algo de paranoia, pues se sentía diferente y extraño.
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