Lo condenaron a muerte sellando su hocico con cinta adhesiva y abandonándolo a su suerte, pero vivió para ayudar a otros

Cuando tenía siete años, los dueños de Justice tuvieron que darlo en adopción debido a que su nueva hija tenía una terrible alergia hacia los perros, por lo que le pagaron $60 dólares a Michael Hill para que hiciera los arreglos. Pero este inescrupuloso sujeto en lugar de buscarle una familia a Justice, la amarró con cinta adhesiva y la dejó en un terreno vacío para que muriera.

Afortunadamente, Dean Cresswell paseaba a sus perros cerca del lugar y ellos percibieron el sufrimiento de Justice y guiaron a su dueño hasta él. Tras ver lo sucedido, Dean contactó a la Sociedad Humana de Windsor/Essex, quienes llegaron para salvar a este perro.

Justice estaba en pésimas condiciones, apenas podía respirar, tenía problemas para moverse y estaba extremadamente hinchado.
La recuperación de este can demoró meses, hasta que comenzó a sanar. Sin embargo, su hocico quedó con una cicatriz marcada por la cinta que le pusieron.

Se logró hacer justicia contra Michael Hill, quien fue condenado a 2 años en la cárcel federal y que, por el bien de los animales, no puede tener ninguno ni ninguna arma por 25 años, junto con una multa de $200 dólares.

El tiempo ha pasado y ahora Justice tiene una nueva familia y participa en grupos de ayuda para el cuidado animal, así como otras actividades involucradas con la lucha en contra de la crueldad de amiguitos como él que no pueden defenderse.

Lo novedoso es que para estas fechas, la organización tuvo la genial idea de crear un juguete de peluche inspirado en este pequeño héroe, con su cicatriz incluida, y cuyas ventas irán destinadas a las organizaciones en donde ayuda.