Cuando realmente amas a alguien lo único que buscas es su felicidad, incluso si no eres tú quien puede dársela; lo demás implemente no es amor verdadero. Por desgracia no siempre somos capaces de entenderlo y nos enfrascamos en relaciones destructivas que poco a poco van acabando con nuestra esencia y la del otro en un afán enfermizo de estar con alguien que sólo nos hace daño. Un ejemplo de ello es, sin duda, el que vivió la cantante británica Amy Winehouse, fallecida en 2011
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