La especialidad de Jason Freeny es coger un juguete bastante conocido, cortarlo por la mitad y rellenarlo con órganos y huesos bastante realistas. A esto se dedica este artista de Maryland. Aunque su padre era escultor, Freeny trabajaba como diseñador industrial hasta que perdió su trabajo a causa de la crisis económica. Cuando después de 6 meses se le acabó el dinero, empezó a esculpir él también.
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