Cuando la joven pareja danesa Michael Bjorn y Mikala Klein, adoptaron a Monty, nunca imaginaron lo que más adelante descubrirían sobre este felino blanco y gris.
Monty llevaba años viviendo en un refugio animal, pero nadie quería adoptarlo por faltarle un hueso de la nariz. Pero Michael y Mikala se enamoraron de él a primera vista y se lo llevaron de inmediato a casa, donde comparten con una pequeña familia de gatos.
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