Mientras esperaba a que despegara su vuelo, Guido Menzio se puso a trabajar en una ecuación matemática, pero el vuelo se retrasó, luego de que una pasajera lo viera “escribiendo algo raro” y aprovechara para alertar a los tripulantes de la cabina del avión.
Poco después, Menzio, economista de profesión, les mostró lo que estaba escribiendo y el avión finalmente despegó ¡pero más de dos horas tarde!
Comentarios 0