El último adiós de este hombre a sus caballos

Sugar y Ringo es el nombre de los caballos y sus fieles compañeros. Con ellos pasó años de rehabilitación y entrenamiento para recuperarse y después poder cumplir su sueño como entrenador. Lamentablemente, unos años después, fue diagnosticado con una enfermedad terminal la cual hace que constantemente asista al hospital de Texas hasta quedar completamente internado.
El sábado pasado, en el aniversario de su disparo y el inicio de su discapacidad, los equinos, Ringo y Sugar, fueron llevados por su familia al hospital para cumplir el deseo de Roberto: ver a sus caballos.

Sabiendo que su final se acerca, Roberto fue llevado al exterior del hospital en su camilla, donde estaban sus caballos y uno de ellos lo acaricio, lo que hizo que Roberto abriera los ojos. Ese momento fue tan inesperado para él y toda la familia, quiénes quedaron conmovidos con la imagen del ex veterano y sus animales.
“Los caballos son su vida. Hemos criado y entrenando caballos por 30, 40 años” dijo su esposa Rosario.
Roberto González ha estado hospitalizado diez meses por infecciones de su enfermedad, a pesar de ello, pudo disfrutar de un bello momento junto a sus caballos antes de volver a la habitación de la clínica.