Ella se perdió en el bosque y la encontraron dos años después con el diario de sus últimos días

Como no se podían llevar las mochilas pesadas necesarias para un viaje de larga duración, su marido siguió a las dos mujeres en auto para llevarles suministros o alojarlas en un motel para descansar o tomar una ducha. El 23 de julio tenía previsto encontrarse con su esposo pero nunca llegó y el hombre denunció su desaparición a la mañana siguiente.
Murió un mes después, pero mientras sobrevivió con lo justo y escribió un diario contra el miedo y la soledad hasta sus últimos días.
Sabía que había pocas posibilidades de que la encontraran, así que escribió: “Cuando encuentren mi cuerpo por favor llamen a mi marido George y a mi hija Kerry. Será la mayor expresión de bondad que ellos sepan que estoy muerta y dónde me encontraron. No importa cuántos años pasan a partir de ahora. Por favor, tengan la amabilidad de enviar por correo los contenidos de esta bolsa a uno de ellos”, dejó escrito Largay en una de sus últimas entradas del diario encontrado con posterioridad.

Geraldine se perdió en julio de 2013. Su cuerpo fue encontrado más de dos años después, en una bolsa de dormir dentro de una tienda de campaña cerrada. Y su historia se dio a conocer hace poco. Los investigadores publicaron documentos y fotografías relacionados con el caso. Los textos y las entradas del diario revelan que Largay, de 66 años, estuvo viva durante casi un mes después de su desaparición.
Largay intentó el 22 de julio enviarle un mensaje de texto a su marido, que se encontraría con ella en ciertos puntos de la ruta marcada pero no había cobertura móvil.
El mensaje encontrado en su teléfono decía: “En problemas. Salí del sendero para ir al baño. Ahora me he perdido. Puedes llamar a AMC para ver si un funcionario me puede ayudar. En algún lugar al norte de la vía del bosque. Xox”. Largay se dirigió al oeste y siguió tratando de enviar el mensaje y encontrar cobertura. Diez intentos más, el último a las 12:25 p.m.

Entre sus propiedades se hallaron pasta de dientes, polvos de talco, un botiquín de primeros auxilios, soga, un lápiz y un bolígrafo y un mapa de papel de los senderos. Además de su teléfono celular.
La mujer tenía un poco de comida, agua y suministros para acampar, y trató en todo momento de mantener la calma.
Las autoridades enviaron helicópteros, caballos y hasta 130 voluntarios a peinar decenas de kilómetros, no la encontraron y los esfuerzos de rescate se redujeron a inicios del mes siguiente.
En octubre de 2015, un contratista que examinaba el área forestal propiedad de la Marina de los EEUU halló su tienda de campaña con sus restos adentro. El médico forense determinó que murió de hambre.