El amor de los padres es capaz de cualquier cosa para proteger la integridad y confianza de sus hijos. Es por ello que cuando Gabriel Marshall se enfrentó a una situación triste y desafiante a la vez, su padre hizo lo que estaba a su alcance para que recuperara la confianza en sí mismo.
El pequeño Gabriel fue diagnosticado con un tumor cerebral maligno en Marzo de 2015, por lo que tuvo que someterse a una operación que le dejó una enorme cicatriz en la cabeza. Ante ello, su padre Josh decidió hacer algo sorprendente: se tatuó la cicatriz de su hijo en su propia cabeza a manera de solidaridad.
“Nunca imaginé que esta imagen se extendiera como lo ha hecho,” escribió Josh en su página de Facebook.
La foto conmovió a todo el mundo, lo que provocó que se volviera viral, ya que todo el mundo muestra sus respetos a este padre inspirador y su valiente hijo.
La publicación apareció originalmente en la cuenta de Instagram Aesthetic Revolution e incluía el siguiente mensaje: “Una es una cicatriz real. La otra es un tatuaje para mostrar apoyo y ayudarle a sentirse normal".
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