Angelo Mastropietro deseaba construir la casa de sus sueños y una cueva de 700 años de antigüedad le dio la idea perfecta. Él descubrió la cueva que ahora es su hogar, después de refugiarse allí durante una tormenta en 1999. Fue en el 2010 que Mastropietro la compró en una subasta por 114,016.00 dólares.
Después de estar paralizado y ser diagnosticado con esclerosis múltiple, decidió buscar un estilo de vida más simple. Siendo un exdirectivo de una exitosa empresa australiana, gastó más de 230 mil dólares en construir la casa de sus sueños. Fue así que convirtió la cueva Worcestshire que fue abandonada en 1962, en una casa única e impresionante frente a 121, 406 metros de exhuberantes bosques.
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